sábado, 14 de enero de 2012

Del amor a “primera vista”

Hace unas semanas fui a la fiesta del que era mi mejor amigo (ahora ya no hacemos tantas cosas juntos, no sabría si seguimos siendo mejores amigos o no), en fin, ese no es el punto.

La fiesta fue en la casa de su ex o su pareja, no sé en qué anden, y el departamento tenía dos espacios separados por dos escalones, estaba sentado en uno de ellos cuando llegó este chavo impresionante, ustedes me entenderán, como que cuando ves a ese chavo por primera vez sientes como ese efecto de cámaras, tele novelesco, en la que la cámara hace “close-up” mientras se aleja en un carrito, bueno, espero me entiendan. Eso sentí.

Pero yo supuestamente no iba en el “mood” de ligar a nadie. Y de cualquier forma mi amigo no me presentó, lo cual no me sorprende porque rara vez lo hace, en fin.  Sin embargo no pude evitar buscarlo con la mirada, para ver qué estaba haciendo, estaba hablando con una pareja, se veía muy animado en la plática con uno de ellos.

Pero hagamos el cuento largo corto por favor!

Entonces estaba yo en esta bolita con otro ex de mi amigo, un amigo de él y un conocido que había llegado del extranjero y vi que estaba solito este chavo. Y decidí operar, sentía entre atracción y también no quería verlo solo estando ahí en la fiesta, digo, es agradable conocer personas en las fiestas.

Total que le hice la plática y me encantó su voz y su sonrisa. Haciendo el cuento largo corto. Por alguna “c a s u a l i d a d” estaba interesado en saber cuál había sido el tema que discutía tan animadamente: Cábala. OMG.

Yo “casualmente” estaba leyendo “A New Earth” el cuál básicamente nos explica los efectos desastrosos, devastadores y creadores de sufrimiento que nos trae el EGO. Entonces empezamos a hablar de el ego y yo minuto a minuto me enamoraba más de su sonrisa y de su plática.

En eso partimos el pastel y las conversaciones pararon. Desafortunadamente quizá.

Después del pastel ya no se acercó a nosotros.

Esa noche mi amigo también me presentó a otro chavo, pero no me atrajo. Y de ahí mi punto:

Días después, viendo la situación en perspectiva, me di cuenta de que no le había hecho mucho caso al chavo que no me había atraído. Me lo presentaron, platicamos brevemente pero por mi parte fue NEXT, en ese momento ni siquiera me había dado cuenta, pero después entendí que fue terrible porque había puesto todos los huevos en la canasta equivocada porque el otro chavo ya no se acercó, pero no sólo eso si no que igual y me perdí de haber conocido al chavo 2, solo porque no me atrajo físicamente o simplemente no sentí cuando me lo presentaron ese efecto de zoom que mencioné.

Lo terrible del caso es que todos tenemos una parte, si quieres puedes llamarla divina, si quieres puedes llamarla conectada con la conciencia universal, pero todos tenemos esa parte, que no es más bella si por el exterior eres un súper modelo o si eres la persona con el físico más curioso del planeta.

Afortunadamente ser el modelo más hermoso o el tener el físico más curioso no nos limita en ese proceso de conexión con la consciencia universal.

De hecho los dos extremos son perfectos porque los dos son expresiones de la consciencia universal y cada experiencia le sirve a ese elemento conectado con el universo para expresarse y crear su microcosmos en esa encarnación en particular.

Lo que se me hace injusto (lo cual también es una posición egóica porque cualquier situación es perfecta) es haber favorecido a uno sobre otro simplemente por la impresión que uno tuvo sobre mi.

Aunque, si debo ser sincero, si este niño que me gustó me hubiera empezado a hablar de historias discriminatorias, misóginas, de violencia, drogas o si hubiera de plano vibrado muy bajo honestamente habría emprendido una graciosa huída.

También me queda la duda si me atrajo simplemente por su exterior o si me atrajo también su vibra. No lo sé.

Queda pendiente para la próxima no interesarme por un libro solamente por su hermosa cubierta.